Hace unos días le decía a una amiga que nunca me he sentido feliz, así como rebosante de alegría, que mi pecho no pudiera contener más la felicidad que me pudiera invadir, si me he sentido contenta, un millón de veces por un millón de cosas (tal vez quedo corta), pero nunca he sentido ese grado de felicidad que me gustaría tener. Puede que me pase eso porque soy inconformista, criticona, etc… a los mejor soy una “amarga!!” (como dice el nono XD)… que horror u.u

Mi amiga expuso su punto de vista, ella me dijo, que suponía que yo esperaba que pasara algo grande que me provocara eso, pero que no me estaba fijando en las cosas pequeñas que si me pueden brindar felicidad, lo pensé un momento, y me di cuenta que en realidad no espero algo grande, y si valoro las pequeñas cosas, gestos o situaciones que me den cierto grado de felicidad, sin embargo, si espero algo, espero algo que me deje en shock, que sea como “un golpe” de alegría, que no pueda ni hablar de tanta felicidad, quiero que cuando sienta eso, sea tan fuerte que me marque para toda la vida.

Quizás he sentido algo que se parezca a la felicidad, pero no lo recuerdo, con el tiempo los recuerdos se pueden distorsionar y si alguna vez uno considera ciertos recuerdos como “felices”, con el tiempo puede que se transformen en recuerdos “no tan felices”

Me gustaría sentir aunque sea un momento de felicidad plena, sé que eso me haría sentir demasiado bien, ¡viva!, aunque sea por un momento, pero que nunca se olvidaría

Desde hace un par de años, para el fin de semana largo de octubre vamos con mi familia a la playa, cuando viajamos por primera vez, conocimos una playa muy linda se llama Mirasol, y además de ahí se lanzaban en parapente!!... yo quedé alucinada, al año siguiente volvimos a ir a la misma playa, habían más chicos que se lanzaban y varios practicando, ahí me di cuenta que ofrecían lanzarse por la “módica” suma de $20.000, los 15 min ¬¬. Ese día andaba sin dinero (de hecho salgo con mi familia, casi nunca llevo dinero, para que se note que aún soy una carga :P).

Así que como el año anterior no me pude lanzar, me dije “este año si me lanzo”, “este es el primer paso antes de lanzarme en paracaídas!”. Pero ocurrió un “pequeño inconveniente”, cerraron esa parte donde se tiraban los parapentistas, seguramente era tierra de nadie, así que llegaron aquellos empresarios, que hacen que las playas públicas de a poco se vayan convirtiendo en playas privadas (es cosa de ver el Canelo y el Canelillo ¬¬), y compraron ese terreno

Por lo que me di cuenta muchos fuimos los decepcionados, en el momento en que llegamos alcanzaríamos a estar como máximo 10 minutos, y llegaron 3 autos más, nos encontramos con una señora “malita” para hablar y nos contó que habían comprado el terreno y que el martes (recién pasado), iban a comenzar a construir los edificios, que prácticamente iba a ser como el resort “San Alfonso del Mar”, con piscina, casino… etc, quedé boquiabierta. Siempre me habían gustado esos edificios, tienen una estructura especial y me llamaban la atención, pero ahora me da pena, por que va ser más difícil ir a una playa tranquila de arena amarilla, con un color del agua muy lindo, sin sentirte incomoda, porque no eres parte del “mundo” que vive allí ¬¬, a no ser que más adelante con el "suculento sueldo" que ganaré, me pueda comprar uno de esos departamentos.... jajajaja.... si... ohhh.

Al final, me quedé con las ganas de volar, por lo menos me quedan las fotos, así que el otro año les diré a mi padres que pasemos por ahí, para ver que tal quedaron los edificios ¬¬

No puedo negar que soy como todas las mujeres, es decir, me gusta salir a comprar y probarme ropa (aunque no me la compre y sólo vea como se me ve :P… cuando tengo tiempo, y no tengo plata, obvio :P), pero mi gran problema siempre han sido… los zapatos, en todas sus modalidades, ya sea botas, zapatos formales, sandalias, zapatillas, etc.

Cada vez que tengo que comprar zapatos, me tengo que armar de paciencia (la cuál no dura todo el día), esto es porque, soy muy regodiona, nunca me gusta un tipo de zapato a la primera, siempre le encuentro detalles que no me gustan, ese es el comienzo de mi martirio. Cuando encuentro algún tipo que me gusta, tengo que verificar que no sean de aquellos que me dejen los pies “hechos bolsa”, esto es porque soy de pies sensibles. Y mi principal problema es que tengo los pies muy delgados!!!!!.... así que eso siempre me ocasiona problemas ¬¬

Hablando con un amigo, con el cual mucho tiempo no hablaba, comenzamos a hablar de distintas cosas, trivialidades, como para empezar una conversación con algo más de contenido. Cuando le dije (entre muchas otras cosas), que no tenía pololo, me preguntó que, que había pasado, (repito, hace muuuucho tiempo que no hablaba con él, por eso estaba tan atrasado de noticias :P), y le dije, porque creía yo, que todo había terminado (en realidad nunca me quedó claro), mis teorías fueron:

Además todos merecemos a alguien que nos quiera y que realmente valore nuestra compañía, al igual que nosotros merecemos sentir lo mismo por esa persona (reciprocidad, obvio, esa es la cuestión! :P)

Mucho tiempo sin escribir, las ganas las he tenido pero no el tiempo. Hoy no tuve clases así que me quedé en mi casita, solas con mi madre, supuestamente iba a estudiar (no tomé un cuaderno en todo el día :P).

Se podría decir que empezó como un buen día, haciendo las cosas de la casa, obvio, no me quedé a flojear, mínimo una ayudadita, no?, y antes de almuerzo, nos tomamos un aperitivo jejeje, hicimos rápidamente un pisco sour, (que quedó bien bueno por lo demás). Seguimos haciendo las cosas de la casa (había muchas cosas que hacer ^^U), y cuando estábamos “borrando” la evidencia del sour, mi madre empezó a contarme algunas cosas (son esos momentos en que por alguna palabra, frase o situación las personas comienzan a desahogarse contigo). Quedé mal, además como estos días he andado demasiado sensible (y llorona), lo único que quería era llorar y agarrarme a su regazo como cabra chica, pero me aguanté, como siempre ¬¬

Por un comentario que me dijo una amiga, en las vacaciones de invierno, mi familia se ve como la “familia perfecta”, pero no lo es, como todas las familias.

Es cierto, que ninguno de nosotros cuenta los problemas que hay en la casa, ni siquiera entre nosotros mismos. Ejemplo, si tengo algún problema generalmente se lo cuento a mis amigos, porque si se lo digo a mi madre ella se siente mal consigo misma, por tanto, evito ese sufrimiento para ella (principalmente todo lo que tenga que ver con mi baja autoestima). Ella toma todos esos problemas y carga con ellos, lo que no es bueno para ella, por eso es que yo prefiero cargar con los míos.

Si discuto con mi padre debo tener cuidado con lo que diga, porque todo lo que diga “puede ser y será usado en mi contra”, casi nunca discuto con él, porque nunca olvida, el problema es que cuando discuto puedo llegar a decir cualquier tontera y llegar a ser muy hiriente.

Esos los puntos “feos” de mi familia, que en realidad no son tan feos, son simplemente características de nuestras personalidades, sólo que repercuten en la comunicación, y eso ha fallado un poco este último tiempo.

Mis padres con poco tiempo, principalmente, ya que están metidos en la directiva de la organización donde está hermano, las presentaciones de mi hermano, bueno, en realidad, todo lo que tenga relación con él, (mmmm….esa ultima frase sonó casi como envidia, pero no lo es, yo quiero demasiado a mi hermano, no sé que haría si él no estuviera), pero, desde chica me hicieron entender que mi hermano iba a necesitar más preocupación de ellos, que yo (primer hijo, y además con Síndrome de Down), y lo entendí, pero había muchas veces en que YO necesitaba su atención, pero no lo demostraba… no debía hacerlo. Ahora mis padres están orgullos porque mi hermano ganó un Campeonato interno de Bochas de la municipalidad, porque ha participado en varios campeonatos fuera de la comuna y ha vuelto con medallas, porque siempre gana cosas en concursos de cueca o folklore en los que participa, etc. (mi hermano es seco, para todas esas cosas)

Siento, que quizás por esas razones, me he ido aislando de la familia, ya sea, frente al pc o en mi pieza, escuchando música, leyendo algún libro o estudiando, porque en cierta forma siento que no soy necesaria, pero me he dado cuenta que esta actitud en realidad no ayuda a los problemas de comunicación que nos afectan…