mmm…. Se me hace difícil, recordando un poco… en el colegio destacaba por ser a una de las niñas a las que le iba bien (nunca obtuve un primer lugar, pero era agradable saber que con mi mejor amiga casi siempre teníamos notas parecidas).
Era más bien callada, tranquila, poco sociable, cariñosa con algunas personas, era de las que llegaban tarde, bueno eso no ha cambado mucho, de las que le gusta escuchar (en el colegio pensaba en ser psicóloga), de las que no le gusta contar sus cosas y/o problemas (tampoco ha cambiado eso de mí), paciente (exceptuando un par de ocasiones), de las que no les gustaba hacer educación física!! (siempre fui de las rellenitas del curso XD), nunca fui buena para trabajos manuales. En fin… no destacaba en algo en particular.

En la U ha sido casi la misma historia, excepto de que no me va bien, sino regular. Pero sintetizando, soy igual que la gran mayoría de las mujeres.

Actualmente, sé que no me destaco por se una mujer brillante, tampoco por hermosa, tampoco por poseer espíritu aventurero (bueno quizás un poco, muy en lo profundo eso si, pero para hacer TODO lo que quiero, necesito bastante dinero, y por ahora no tengo XD), tampoco me diferencio por ser una buena persona o en su defecto, una mala persona, quizás soy una buena hija, una buena hermana, una buena amiga o una buena compañera, pero eso no me hace diferente, eso me hace “normal”.

Siento que en general poseo el mismo gusto que la masa femenina, digamos agrandes rasgos; cosas ricas, cosas lindas, y para que decir ropa (odio a todas las mujeres que se compraron aquella ropa interior roja escocesa que tanto me gustaba y que cuando fui a comprarla ya estaba agotada ¬¬).
En cuanto a hombres sé que no tengo un gusto muy común, generalmente me fijo en los que ninguna mujer se fija, no sé si es que yo veo algo que las demás no ven, o las demás ven algo que yo no veo, quizás la segunda opción sea la que más se acerca a la realidad, dado lo volada y algo ciega que puedo llegar a ser. Aunque, la semana recién pasada vi a un niño que me gustó en el colegio el “Pancho” jajaja, sigue siendo algo ñoño, a pesar de los años y del cambio de look, pero mantiene ese aire tan dulce y caballero que me gustaba.

Hoy, no puedo decir: “Hey!!... en realidad, no hay muchas mujeres como yo!”, porque en realidad no lo veo. Muchas veces he deseado ser como mi madre, buena en absolutamente en todo lo que se propone… tan fuerte (bueno no lo es todo el tiempo, hay momentos en que uno decae y ella no es la excepción), tan energética, tan vital, tan multidisciplinaria, etc, en realidad la admiro.

Y bueno, yo simplemente me siento parte de la gran masa, quizás más adelante conociéndome más, sabiendo bien, hacia donde quiero ir, pueda cambiar la perspectiva que tengo de mi, pero puede pasar mucho tiempo.