Hace un rato, vino mi vecina a la casa, ella y su marido viajaron a Europa para ver a una de sus hijas, la mayor, que está estudiando y trabajando en España y de pasada, obviamente querían conocer y buscar un papel para poder conseguir la nacionalidad italiana de mi vecino y de esta forma ayudar a su hija (quien también obtendría la nacionalidad), para que no tenga la preocupación de la visa y así ser parte de la comunidad europea para tener menos problemas, ya sea con el trabajo y/o la residencia.

Mientras contaba las anécdotas de su viaje, yo la escuchaba atentamente en especial cuando hablaba de Italia (visitaron Italia, España y Suiza) y me pasó lo mismo que cuando uno lee libros, que te trasportas al lugar en que se sitúa el libro.

Desde hace mucho tiempo que tengo ganas de conocer Italia, desde que tuve clases de italiano en el colegio (hace varios años ya… jajajaja), me gusta por el idioma (no es tan difícil) y los lugares históricos que posee, además dicen que la gente es muy amable, esto lo ratificó mi vecina. Italia es uno de los primeros países que quiero conocer cuando viaje, si Dios quiere.

Mientras mi vecina hablaba, más ganas me daba de ir y conocer, pero no sólo los típicos lugares que uno visita cuando viaja, de los que siempre te hablan y esas cosas, sino más bien, esos lugares que muy pocas personas conocen, a los cuales uno llega casi por casualidad, mientras caminas buscando otro lugar. Como desearía tener el dinero suficiente e irme, no me importaría congelar la carrera, de todas formas no me gusta, pero no…. uno tiene que seguir y no decepcionar a tu familia, que ha confiado en ti desde el principio, y obviamente terminar con lo que empezaste (detesto dejar las cosas a medias).

En fin, el viaje mental que tuve hoy fue muy potente, quedé con mucha ansiedad y muchos deseos de viajar, por ahora sólo me queda esperar como mínimo 4 años para poder realizar ese viaje, la paciencia no es mi principal virtud, pero no me queda otra.