martes, 13 de marzo de 2007,20:09
Transantiago
Cuando recién comenzó a implementarse el transantiago, no entendía porque las personas se enojaban tanto, hasta los encontraba poco tolerantes. Los días en que era gratis, realmente los aproveché, salí bastante, también intentando conocer algunos recorridos, que me podrían servir a futuro, sin embargo algunos de ellos actualmente cambiaron, pero son detalles. No puedo negar que andaba mucha gente, pero mi simple deducción fue: “como las micros son gratis, las personas no andan en metro para ahorrarse unos pesos”, lo cual es típico del chileno, pagar lo menos posible en todo (si por lo menos los sueldos fuesen más decentes, quizás no tendríamos esa cultura tan amarrete).

Hoy, después de dos días de clases, puedo asegurar que hay que tener muuuuuucha paciencia para poder andar en el transantiago, ya sea para no agarrarte con el chofer o con las personas que molestan al chofer, lo que impide que él maneje bien y que puede provocar más de un accidente o inconveniente para el resto de los pasajeros.

Y para que decir los “colados”, las personas se desesperan por subir, cuando ven un bus (especialmente los oruga), van raudamente a las puertas traseras para poder subirse, y no pagan!, bueno, los que tienen la intención esperan a que se desocupe un poco el bus y luego se dirigen a los validadores, pero los que quieren ganarse un viaje gratis (que son la mayoría) se hacen los tontos y critican el sistema de transporte público. Una de las formas en que los choferes tratan de evitar esto, es no abrir las puertas traseras hasta que sube gran parte de las personas que están en el paradero, pero como nos caracterizamos por tener poca paciencia, los que se quieren bajar se desesperan y se van en mala contra el chofer. Todo por culpa de los santiaguinos que quieren evitar pagar. Lo peor de estos colados, es que van a generar que el pasaje aumente de precio y los que pagan el pato son los que efectivamente pagan su pasaje.

Los buses se llenan tanto que uno no puede ni respirar, sinceramente creo que si uno se llega a desmayar no alcanza a caer al suelo, ya que todos vamos como sardinas, por lo tanto, siempre vas a caer sobre otra persona. El calor es sofocante, pueden estar todas las ventanas abiertas y el calor no pasa, para que decir los olores, ya me imagino como es los días viernes, algo insoportable, además que por estos días el olor a “cachorro” (o mechón, que para el caso es lo mismo) se destaca en el metro y en los buses. Y el metro ya no va ser el mismo, 6 personas por metro cuadrado, ¿no será mucho? Y capaz que terminen separando los vagones, uno para mujeres y otros para hombres (¿como lo harán las parejas?), debido a los “manoseos” que se generan por la gran cantidad de personas compartiendo el mismo metro cuadrado.

En realidad, por estos días no he escuchado cuales son las medidas para mejorar este servicio, no he puesto atención, pero tal como conversábamos con la Andrea hoy, (asardinadas en un transantiago, ella dirigiéndose a la U y yo a mi casa), los trayectos “cortos”, que en realidad no son tan cortos, deberían ser algo distintos, quizás dividir el largo del trayecto, y que los buses que hagan los viajes cortos hagan un tercio del viaje o la mitad, ya que muchos no alcanzamos a tomar el bus. Por ejemplo, el troncal que sirve para ir a mi casa viene de Las Condes, en el centro se llena y en Estación Central ya no se detiene (y eso ocurre a cualquier hora), así que sólo me queda improvisar, debería partir uno de Matucana, con ese recorrido sería feliz.

Soluciones?, espero hayan pronto, quizás más paraderos con “corrales” (creo que ese nombre les pusieron), cuando los validadores están en los paraderos, así uno paga antes de subirse y se puede subir por cualquier puerta, en fin…. no va a quedar otra más que “invertir”, hasta que la gente se adapte al nuevo servicio, lo acepte y no añore con tanta fuerza aquel sistema antiguo que ya no volverá.



Etiquetas:

 
posted by *~ Yomi ~ * | Permalink |


0 Comments: